Después de casi una década marcada por investigaciones, señalamientos públicos y un proceso judicial de alto perfil, el exalcalde del municipio de Garzón, Édgar Bonilla Ramírez, fue declarado inocente por la justicia colombiana. El fallo fue emitido por el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Neiva, en el marco del conocido caso Comfamiliar Huila, en el cual también estuvieron implicados otros exfuncionarios y actores del sistema de salud.
La sentencia absolutoria, anunciada en audiencia virtual, marca el cierre de uno de los procesos más mediáticos en el centro del Huila. La acusación señalaba a Bonilla Ramírez como partícipe de una presunta red de corrupción en la que se habrían desviado recursos públicos provenientes del régimen subsidiado de salud, a través de convenios firmados con entidades como Mediláser y Comfamiliar Huila. Sin embargo, tras varios años de defensa, el juzgado determinó que no existían pruebas suficientes para vincularlo de manera responsable.
Captura
Édgar Bonilla había sido capturado en el año 2015, en medio de una serie de operativos que sacudieron al sector salud del Huila. Junto a él, fueron judicializados otros funcionarios y directivos de EPS y entidades prestadoras de servicios, lo que generó un fuerte eco en la opinión pública y una ola de cobertura mediática que mantuvo el caso en el foco regional por varios años.
La defensa del exmandatario, liderada por el abogado Javier Marín, mantuvo desde el inicio del proceso que su cliente no había incurrido en ningún acto irregular durante su gestión entre 2008 y 2011. Argumentó que todas las decisiones contractuales se realizaron dentro del marco legal, con soporte técnico y jurídico, y que nunca se demostró la existencia de dolo o intención de causar detrimento patrimonial al Estado.
“Después de ocho años de defensa firme, la justicia nos da la razón. El juzgado ha reconocido que nuestros defendidos son inocentes. Es un fallo que devuelve la honra a quienes fueron injustamente señalados”, expresó Marín a través de una publicación, celebrando la sentencia.
Proceso
La decisión, además de exonerar a Bonilla Ramírez, envía un mensaje de reflexión sobre los tiempos de la justicia y los efectos que los procesos judiciales prolongados pueden tener sobre la imagen y vida pública de los funcionarios implicados. Para muchos sectores en Garzón y el departamento, el caso Comfamiliar representó una alerta sobre la transparencia en la contratación, pero también sobre los riesgos de la judicialización sin pruebas contundentes.
Con este fallo, el exalcalde recupera oficialmente su buen nombre y cierra un capítulo complejo que marcó una etapa importante en su vida pública. Su absolución también reaviva el debate sobre la responsabilidad de los entes de control en la preservación del debido proceso y el respeto a la presunción de inocencia.
