La Institución Educativa Municipal Microempresarial Los Andes de Ipiales ha puesto en marcha un proyecto único que busca fortalecer los valores de solidaridad, empatía y colaboración entre las generaciones. Bajo el nombre de “Abrazando el alma”, esta iniciativa se propone como un vínculo tangible para fomentar el entendimiento y el respeto entre los más jóvenes y los mayores, al tiempo que se preserva la esencia cultural de la comunidad, anclada en la cosmovisión indígena.
La dirección del proyecto está a cargo de la rectora Érica Narváez Bastidas, quien, junto con su equipo, ha liderado la creación de este espacio para el fortalecimiento de valores fundamentales en el proceso educativo. Según Narváez, la iniciativa no solo busca enseñar la importancia de la solidaridad como principio, sino también revivir y mantener vivas las tradiciones y el conocimiento ancestral que han sido transmitidos de generación en generación.
El proyecto recibió el valioso apoyo de la Cruz Roja de Ipiales, que entregó varios detalles a los niños de la institución. Estos obsequios no solo fueron simbólicos, sino también prácticos, y se dieron como parte de una campaña de concientización y colaboración mutua que busca formar un círculo virtuoso de ayuda y apoyo comunitario. «El verdadero sentido de la solidaridad está en la acción conjunta, en la voluntad de ayudar sin esperar nada a cambio», mencionó un representante de la Cruz Roja durante la entrega.
A lo largo del año, el proyecto “Abrazando el alma” ha implementado una serie de actividades que buscan integrar a toda la comunidad educativa en el proceso de fortalecimiento de valores. Estos incluyen talleres, actividades de campo, encuentros intergeneracionales, y espacios de reflexión sobre el respeto a la naturaleza y las costumbres autóctonas, elementos que forman parte integral de la cosmovisión indígena.
Además, el proyecto está diseñado para ser inclusivo, invitando a padres, abuelos y otros miembros de la comunidad a participar activamente en las diversas actividades propuestas. Esta integración no solo fomenta el intercambio de experiencias y conocimientos, sino que también ayuda a crear un espacio de cohesión social en un contexto cada vez más marcado por la individualidad.




