Marta Rojas y Víctor Lache denuncian abandono estatal tras el desbordamiento del río Chipalo.
Cuatro meses después de que una creciente del río Chipalo arrasara con el patio y la parte trasera de la casa de la familia Lache Rojas en el barrio San Antonio en Ibagué, el agua volvió a causar estragos, sin que las autoridades hayan brindado una solución concreta. El hecho ocurrió el pasado 29 de febrero en la carrera 21 número 56A-20, donde los afectados aún esperan respuestas.
Según Marta Rojas, desde aquel día han vivido en zozobra. “Vinieron de la Alcaldía, Cortolima y Gestión del Riesgo, prometieron ayuda, tomaron fotos, pero jamás volvieron. Nadie ha hecho nada”, aseguró con desesperación. El temor de perder lo poco que les queda es permanente. “Ni dormir se puede. Por el hueco que dejó el río ya se han metido ladrones. Cada ruido nos despierta pensando que el río viene por más”, agregó.
Al no recibir ayuda, la familia decidió levantar por cuenta propia un muro de contención. No obstante, durante los trabajos, parte de la vivienda colapsó nuevamente. “Queríamos protegernos, pero al final se terminó cayendo la otra parte del muro. Ahora el hueco es más grande”, lamentó Víctor Manuel Lache.
Ambos señalan que su vivienda está legalmente constituida, con escrituras e impuestos al día, pero sienten que han sido completamente ignorados por la institucionalidad. “No pedimos caridad, pedimos una solución. ¿Esperan que el río se lleve la casa entera para actuar?”, cuestionó Marta Rojas.
De acuerdo con videos que circulan en redes sociales, el agua sigue socavando los cimientos de la vivienda, mientras la familia Lache Rojas enfrenta sola la amenaza del río Chipalo. La falta de respuesta de las autoridades mantiene a los afectados en una constante incertidumbre, temiendo que un nuevo aguacero termine por destruir lo poco que les queda.
