Dura condena. Un tribunal brasileño condenó este viernes a condenas de entre 18 y 22 años de prisión a cuatro de los acusados de haber provocado hace ocho años un incendio en una discoteca de una ciudad del sur de Brasil que dejó 242 muertos y 636 heridos, en su mayoría estudiantes universitarios.
Según el portal swissinfo, La condena fue impuesta tras un juicio y tras diez días, el más largo en la historia del Poder Judicial de Río Grande do Sul, estado del sur de Brasil.
La decisión del Tribunal del Jurado de Porto Alegre fue festejada por los familiares de las víctimas de la que es considerada como mayor tragedia de su tipo en los últimos 60 años en Brasil y los condenados abandonaron la corte en libertad gracias a que fueron beneficiados por un hábeas corpus.
Un jurado de siete miembros consideró a los reos responsables por los delitos de homicidio e intento de homicidio doloso por su responsabilidad en el incendio del 27 de enero de 2013 que destruyó la discoteca Kiss y en la que unos 1.000 jóvenes, de entre 17 y 30 años, celebraban su reencuentro por el reinicio de aulas en esta ciudad universitaria.
Las 242 víctimas murieron en su mayoría por asfixia, ya que inhalaron los gases tóxicos liberados por una espuma que forraba el techo de la discoteca para reducir los ruidos y que también sirvió como material inflamable para esparcir las llamas.
Uno de los propietario de la discoteca, Elissandro Spohr, que tendrá que cumplir una pena de 22 años y seis meses de prisión, y Mauro Hoffmann, condenado a 19 años y seis meses.
Los otros dos condenados, a penas de 18 años de prisión, fueron Marcelo de Jesús dos Santos y Luciano Bonilha Leoa, respectivamente el cantante y un asistente del grupo musical Gurizada Gandangueira, que se presentaba en la discoteca.
