8 meses desaparecidos en el Bajo Calima, zona rural de Buenaventura

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El dolor y la desesperanza se apoderan de las familias de Rubén Edison Bedoya, Jader Agudelo y Diego Alejandro Lora, quienes desaparecieron desde el pasado 11 de septiembre de 2024. Los tres hombres partieron desde el municipio de Cartago, en el norte del Valle del Cauca, con destino a una zona rural del Bajo Calima, en Buenaventura, y desde entonces se perdió todo rastro de ellos. Hoy, en mayo de 2025, se cumplen más de ocho meses sin noticias, y el silencio sobre su paradero solo ha alimentado la angustia y el temor de sus seres queridos.

caso

Según los relatos de Luis Gabriel Bedoya, hermano de Rubén Edison, los tres hombres viajaron con la intención de encontrarse con una persona en la región del Bajo Calima. Rubén, dedicado a la ganadería y a la minería, solía realizar este tipo de desplazamientos por motivos laborales. Sin embargo, hasta el momento no hay certeza de que la desaparición esté relacionada directamente con estas actividades. «Mi hermano Rubén Edison viajó con su cuñado Jader Agudelo y Diego Alejandro. Se desplazaron hasta el Bajo Calima porque iba a una entrevista con una persona. No sé si por cuestiones de ganadería o por minas de oro, porque él también es minero», explicó Luis Gabriel a medios de comunicación.

Búsqueda

Los familiares comenzaron a preocuparse profundamente cuando, al pasar los días, no lograban comunicarse con ellos. Según Luis Gabriel, su hermano Rubén Edison debía haber regresado el jueves 12 de septiembre. «Le escribí mensajes, pero no me respondía. Para el sábado 14 seguí llamándolo, pero las llamadas eran rechazadas», recordó. La angustia aumentó cuando, al intentar nuevamente comunicarse, la foto de perfil en la aplicación de mensajería mostraba la imagen de otro hombre.

Desesperanzas

La incertidumbre ha llevado a las familias a cuestionar la falta de avances por parte de las autoridades. «Prácticamente nos sentimos abandonados por parte de las autoridades, pues brillan por su ausencia», expresó con desazón Luis Gabriel. «A la fiscalía se le dijo dónde estaba el carro, se le dieron fotos del carro, y aun así no lo devuelven, pero tampoco lo retiran de allá», añadió. Esta situación ha sumido a los familiares en un limbo de desesperación, con la esperanza cada vez más lejana de encontrarlos con vida y que las autoridades actúen con la diligencia y el compromiso necesarios para esclarecer el caso.

Destacado

Del caso solo se sabe que el vehículo en el que se movilizaban sigue en la zona y no ha sido retirado por las autoridades. 


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