Un caso que conmocionó a Medellín en 2019 llegó a su desenlace judicial este lunes, 25 de noviembre. Una mujer y su pareja sentimental, un ex patrullero de la Policía Nacional, fueron condenados a 37 años y seis meses de prisión tras ser hallados culpables del homicidio agravado de la hija de la acusada, una niña de tan solo tres años.
El caso se destapó el 2 de diciembre de 2019, cuando la madre de la menor llegó a un centro médico de Medellín con la niña en estado crítico. El personal médico notó múltiples hematomas en su cuerpo y, al cuestionar a la madre, ella presentó versiones contradictorias, lo que levantó sospechas.
Ese mismo día, agentes del CTI de la Fiscalía Seccional Medellín comenzaron las investigaciones, descubriendo que la menor había sido víctima de maltrato físico constante y que la madre había tardado horas en llevarla al hospital tras los golpes que terminaron por ocasionarle la muerte.
Según los hallazgos de la Fiscalía, el 2 de diciembre, en una vivienda del barrio Belén Miraflores, el padrastro de la niña le propinó una brutal golpiza que incluyó golpes tan severos que le rompieron una costilla, la cual perforó sus intestinos, causándole un trauma cerrado de abdomen.
Además, el dictamen de Medicina Legal confirmó que este no era un caso aislado de violencia. Días antes del fatal ataque, la niña había sido arrojada contra una motocicleta por su padrastro, lo que le ocasionó una lesión en uno de sus ojos.
Aunque la agresión directa fue cometida por el padrastro, la madre de la menor fue considerada cómplice por su inacción. Las investigaciones determinaron que, pese a ser consciente de los constantes maltratos hacia su hija, no intervino para protegerla ni para buscar ayuda.
El día de los hechos, aunque conoció el estado crítico de salud de la niña en horas de la tarde, decidió no buscar atención médica hasta las 9:30 de la noche, cuando ya era demasiado tarde.
La Fiscalía presentó pruebas contundentes, incluyendo testimonios, reportes médicos y el dictamen de Medicina Legal, logrando la condena de la pareja por homicidio agravado.
El ente acusador enfatizó que estos hechos reflejan la necesidad de reforzar las acciones contra el maltrato infantil, instando a la ciudadanía a denunciar cualquier señal de violencia hacia los menores para evitar tragedias similares.
El caso deja un mensaje claro sobre la responsabilidad de proteger a los más vulnerables y la importancia de actuar frente a situaciones de abuso. La condena marca un precedente en la lucha contra la violencia infantil en el país.
