
Imagen: Yvonne Kapinga/DW
El ataque del grupo M23 y el Ejército de Ruanda hacia esta ciudad oriental de la República Democrática del Congo no ha cesado. Se anticipa que el número de víctimas aumente.
Unas 2.900 personas perdieron la vida durante las batallas que resultaron en la ocupación de la ciudad de Goma y sus zonas aledañas, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), llevadas a cabo por el grupo armado ruandés 23 de Marzo (M23) y fuerzas de Ruanda, según informó una representante de la ONU este miércoles (05.02.2025).
«Nuestra evaluación más reciente, y estos números provienen del equipo en el país que colaboraba activamente con el M23 en la recolección de los cuerpos y su digno sepulcro, es que, hasta el momento, se han extraído 2.000 cuerpos de las calles de Goma en los últimos días y aún quedan 900 cuerpos en las morgues hospitalarias», declaró la responsable adjunta de la Misión de la ONU en RDC (Monusco). Precisó que el balance podría incrementarse.
No es la primera incursión del M23 en Goma, ciudad con aproximadamente dos millones de residentes: los insurgentes ya tomaron el mando de la ciudad durante diez días en 2012, antes de que la presión global obligara a su evasión. La reciente agresión del M23, un grupo armado compuesto mayoritariamente por tutsis víctimas del genocidio ruandés de 1994, ha intensificado la tensión entre la RDC y la vecina Ruanda, dado que el Gobierno de Congo acusa a Kigali de respaldar al M23. Un hecho que ha sido corroborado por las Naciones Unidas.
Situación explosiva
En contraposición, tanto Ruanda como el M23 acusan al Ejército de Congo de colaborar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo establecido en 2000 por líderes del genocidio y otros ruandeses exiliados con el objetivo de retomar el poder político en su nación, una cooperación que también ha sido validada por la ONU. Ruanda indica que su objetivo es asegurar su seguridad eliminando a los grupos armados, especialmente aquellos establecidos por exmandatarios hutus del genocidio.
Frente a la explosiva situación en la zona, el presidente de Malaui, Lazarus Chakwera, ordenó la retirada de las fuerzas de su nación situadas en el noreste de la RDC. Estas fuerzas apoyan al Ejército de Congo en sus luchas contra el M23. Estas fuerzas forman parte de la fuerza regional enviada por la Comunidad de Desarrollo del África Meridional, aunque también existen tropas de este país africano en la Monusco.




