Hace exactamente dos décadas, el Once Caldas escribía uno de los capítulos más gloriosos en la historia del fútbol colombiano al conquistar la Copa Libertadores de 2004, un hito que aún resuena en los corazones de sus seguidores y en el panorama futbolístico internacional.
El 1 de julio de 2004, en un emocionante partido definido por la tanda de penales, el Once Caldas se impuso al Boca Juniors de Argentina en la final disputada en el Estadio Palogrande de Manizales. El gol de Diego Arias en el tiempo regular y la actuación destacada del portero Henao en los penales marcaron el camino hacia la gloria para el equipo dirigido por Luis Fernando Montoya.
Desde entonces, el logro del Once Caldas en la Copa Libertadores ha sido recordado como un ejemplo de determinación, coraje y talento deportivo. El equipo no solo superó obstáculos en el camino hacia la final, sino que también cautivó a la afición colombiana con su juego sólido y su capacidad para enfrentar a rivales de renombre en el continente.
Los hinchas del Once Caldas celebran este aniversario con orgullo y nostalgia, recordando momentos inolvidables como el gol de Hamilton Ricard en la semifinal contra el São Paulo y la euforia que inundó las calles de Manizales tras la histórica victoria en la final.
Para el fútbol colombiano, la gesta del Once Caldas en 2004 sigue siendo un recordatorio de que los sueños pueden hacerse realidad y de que la pasión por el deporte trasciende fronteras. A 20 años de aquel memorable triunfo, el legado del Once Caldas en la Copa Libertadores perdura como un testimonio de grandeza y un motivo de inspiración para futuras generaciones de futbolistas y aficionados.


