
Imagen: picture alliance / Xinhua News Agency
Según una fuente del colectivo Emergencia de Abogados, la clínica Yashfeen, situada en la urbe de Nyala, fue objeto de un ataque.
Según reportó el domingo (21.08.2025) una ONG que defiende los derechos humanos y que culpa al ejército de Sudán del ataque, un bombardeo con dron a una clínica en Nyala, ciudad del oeste sudanés bajo control paramilitar, dejó como saldo la muerte de por lo menos 12 individuos. Según una fuente del colectivo Emergencia de Abogados, la clínica Yashfeen, ubicada en Nyala, la capital del Sur Darfur, fue bombardeada.
La fuente, que habló con agencias de prensa bajo condición de anonimato, indicó que la cifra de muertos podría crecer. Cuatro mujeres fallecieron fuera de la clínica y un hotel cercano sufrió daños, de acuerdo con el comunicado. La misma fuente asegura que varios niños que estaban recibiendo atención durante el bombardeo resultaron heridos.
«Masacres silenciosas»
La guerra en Sudán, que ya dura tres años, ha provocado decenas de miles de muertes y el desplazamiento forzado de millones de personas; según la ONU, se trata de «la crisis humanitaria más grave del mundo».
La organización no gubernamental indicó que el grupo paramilitar FAR (Fuerzas de Apoyo Rápido) ha aumentado sus embates contra la única carretera que permite a los civiles abandonar la ciudad de Al Fasher, el último bastión del Ejército sudanés en Darfur (oeste), asediado por las fuerzas insurgentes desde hace más de un año.
Esta carretera se ha transformado en «una trampa mortal» a causa de que los paramilitares han instalado puestos de control y han llevado a cabo asesinatos, muchos de ellos divulgados en las redes sociales.
La organización denunció que han encontrado «decenas de cuerpos de ciudadanos muertos por hambre y sed» durante el trayecto, al mismo tiempo que documentó más de 200 desapariciones forzadas en el ‘Corredor de la Muerte’. Calificaron estas acciones como «masacres silenciosas».
«Las personas están siendo asesinadas sin resistencia, sin armas y sin un motivo evidente», en el marco de «un patrón sistemático de venganza contra civiles por razones étnicas», lo cual constituye «una señal peligrosa de lo que está ocurriendo» en Darfur, donde numerosas ONG han advertido que las FAR están cometiendo un genocidio.




