El 8 de julio de 2014 fue un día desafortunado para la Canarinha, que ahora tampoco está mejor. Nunca antes había perdido tan abultada, ni desde entonces.
Después de perder en penaltis contra Uruguay (empate a cero en el tiempo reglamentario), Brasil de despidió a la Copa América este fin de semana. El equipo charrúa se benefició de no tener una prórroga, ya que jugó en inferioridad numérica durante el último cuarto de hora y logró mantener el resultado con gafas para jugársela desde los 11 metros. El equipo liderado por Dorival Júnior perdió con ciertas distinciones, a pesar de la tristeza de haber sido eliminado.
En la Copa del Mundo de 2014, en la que fueron sede, eso no sucedió. Aunque esto no aseguraba nada, como ha sucedido históricamente en el fútbol, era inevitable que generara una mayor presión, especialmente si se sumaba a otro factor importante (es el único país que ha ganado en cinco ocasiones y, aunque no ha ganado desde el año 2002, todavía lidera el palmarés).
En esa edición, Alemania triunfó en el partido final gracias a un gol de Mario Götze en la prórroga (1-1). Sin embargo, antes del partido igualado en Maracaná, los germanos humillaron al equipo que en ese momento lideraba Luiz Scolari. El equipo local contó con once jugadores: Julio César, Dante, David Luiz, Marcelo, Maicon, Fernandinho, Luiz Gustavo, Bernard, Óscar (quien marcó el único gol), Hulk y Fred.
Incluso antes de que llegara el cuarto de hora, todo cambió de rumbo (el incansable Thomas Müller marcó el primer gol). Después, en el minuto 29, Miroslav Klose, un doblete de Toni Kroos y un nuevo gol de Sami Khedira dieron forma a la manita. Aparte del resultado, lo más lamentable era que todavía había muchos partidos por jugar. Después del final de la segunda parte, André Schürrle marcó los goles sexto y séptimo después de salir del banquillo.
