La ministra del Interior de Alemania reveló estadísticas que indican una disminución en los ingresos irregulares y un incremento en las expulsiones.
En los primeros seis meses de 2024, Alemania expulsó a 10.800 migrantes en situación irregular, según la ministra del Interior socialdemócrata Nancy Faeser. Las cifras se presentaron durante una actividad en Rostock (este) para presentar un balance de la actividad de la policía federal en 2023.
Según los datos, las expulsiones aumentaron desde que llegó al poder el Gobierno del canciller Olaf Scholz. En 2021 hubo 15.000 y en 2023 fueron 21.200. Los 10.800 de 2024 son de enero a junio. Faeser mencionó una tendencia favorable y afirmó que la expulsión de inmigrantes ilegales y que representan un peligro para la seguridad debe acelerarse.
La ministra alemana considera que los números son un «éxito» que se debe principalmente a las personas que realizan los controles en las fronteras. Desde octubre del año pasado, Alemania ha establecido controles en sus fronteras con Suiza, República Checa y Polonia. Actualmente, la fecha límite es el próximo 15 de diciembre, pero Faeser desearía que se amplíen.
Medidas efectivas
Faeser afirmó que los controles son una herramienta crucial para combatir la inmigración irregular y el tráfico de personas, dos áreas en las que las medidas del Gobierno están demostrando su eficacia. Berlín tiene la intención de llevar a cabo las expulsiones a Siria y Afganistán en un futuro cercano, para lo cual está en negociaciones con los estados vecinos para acelerar el procedimiento.
Las autoridades también notaron una disminución en la cantidad de ingresos irregulares. En 2024, había 53.000, mientras que en todo 2023 había 128.000. Además, ha habido un aumento en el número de solicitudes de asilo. Faeser destacó estos datos como una evidencia de que la política del Ejecutivo de endurecimiento de las condiciones para recibir inmigrantes está funcionando.
