La Bogotá Fashion Week (BFW) arranca esta semana en medio de un clima de incertidumbre y controversia que amenaza con empañar el evento más importante de la moda colombiana.
Fuentes cercanas a la organización revelan que varios diseñadores de renombre habrían cancelado su participación a última hora, generando un vacío significativo en la programación que habría obligado a los organizadores a realizar ajustes de emergencia.
La edición de este año enfrenta además críticas por la falta de inclusión y diversidad en las pasarelas, situación que ha provocado el llamado al boicot por parte de colectivos y activistas de la industria que exigen una representación más amplia del talento nacional.
Informantes del sector señalan que detrás de bambalinas se vive una tensión sin precedentes debido a presuntos incumplimientos en los pagos a proveedores y personal técnico, lo que podría comprometer la calidad del espectáculo.
Pese a estos obstáculos, la BFW intentará posicionarse como plataforma fundamental para la proyección internacional de la industria textil colombiana, en un contexto económico particularmente adverso para el sector.

