ste 8 de octubre se celebró el Día Mundial del Pulpo, una fecha que invita a reflexionar sobre una de las criaturas más fascinantes del océano. Su apariencia extraña, su comportamiento impredecible y su impresionante inteligencia lo convierten en un verdadero misterio para la ciencia moderna.
Un sistema nervioso fuera de lo común
El pulpo posee un sistema nervioso completamente distinto al de otros animales. Sorprendentemente, gran parte de su «inteligencia» no está concentrada en su cerebro, sino distribuida a lo largo de sus brazos. Cada uno puede moverse, reaccionar y explorar el entorno de forma casi autónoma, como si tuvieran mente propia.
Además, sus ventosas cuentan con receptores altamente especializados que les permiten «saborear» y «tocar» al mismo tiempo, lo que les da una percepción sensorial única en el reino animal.
Inteligencia y comportamiento sorprendente
Los pulpos son capaces de resolver acertijos, manipular objetos, camuflarse con gran precisión e incluso usar herramientas, algo extremadamente raro en los invertebrados. En acuarios, se han reportado casos de pulpos que escapan de sus tanques, apagan luces o abren frascos complejos con sus tentáculos.
La ciencia sigue investigando su comportamiento, pues su capacidad de aprendizaje, memoria y adaptación sugiere un tipo de inteligencia que apenas empezamos a comprender.
Un enigma evolutivo
A nivel genético, los pulpos también son únicos. Su ADN muestra estructuras que podrían estar relacionadas con su asombrosa capacidad de adaptación y aprendizaje. Esta combinación de habilidades físicas, sensoriales y cognitivas los coloca entre los animales más complejos del planeta.



