Dormir con una mascota es una costumbre que cada vez más personas adoptan en sus hogares. Aunque algunos lo ven como una muestra de exceso de cariño, los psicólogos destacan que este hábito revela rasgos emocionales y conductuales positivos en quienes lo practican.
De acuerdo con especialistas en comportamiento humano, las personas que comparten su cama con sus perros o gatos suelen mostrar un mayor nivel de empatía, confianza y sensibilidad emocional, además de obtener beneficios psicológicos como reducción del estrés y sensación de compañía.
🧠 Estas son las 7 características más comunes:
- Empáticos y protectores: tienden a preocuparse por el bienestar de los demás y disfrutan cuidar.
- Afectuosos y expresivos: no temen demostrar cariño ni crear vínculos emocionales fuertes.
- Seguros emocionalmente: encuentran en su mascota una fuente de estabilidad y tranquilidad.
- Responsables y comprometidos: valoran las rutinas y se sienten motivados a mantener el orden.
- Amantes de la naturaleza y los animales: muestran una conexión genuina con el entorno.
- Más felices y menos estresados: estudios indican que su contacto con mascotas libera oxitocina.
- Con alto sentido de compañía: valoran la presencia constante de sus seres queridos, humanos o animales.
Dormir con una mascota, lejos de ser un simple hábito, refleja una relación emocional profunda basada en la confianza y el afecto mutuo, fortaleciendo el bienestar mental y emocional de las personas.
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