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“La indiferencia de las autoridades municipales y la falta de cultura ciudadana, convirtieron a una vía alterna del occidente de la ciudad de Pasto en escombrera, relleno sanitario y nido de ratones”, así lo expresó a EXTRA la madre de familia y residente del barrio Agualongo Pastora de Pastás, al subrayar que esa problemática que la padecen desde hace más de 4 décadas parece no importarle a la administración local.
Además expresó que la alta cantidad de basuras que reposa en la calle que comunica al barrio Agualongo con los sectores de Caicedo, La Cruz y La Palma, genera la permanente proliferación de insectos y putrefactos olores.
Caso omiso
A su turno la madre de familia Olga Ortíz precisó que pese a las solicitudes hechas a la Alcaldía para que le ponga fin a esa problemática que no solo pone en peligro la salud, sino la vida de los residentes, parece no importarle.
“Hace tres años mi hijo presentó una Acción de Tutela para que las autoridades tomen las debidas medidas y en la respuesta que recibió, le afirman que ese lugar donde reposan los desechos, supuestamente es de un particular y por lo tanto la Alcaldía no puede hacer absolutamente nada”, manifestó.
A pesar de que su casa se ubica aproximadamente a 200 metros de la improvisada escombrera, sostuvo que en los alrededores de su vivienda ha notado la permanente presencia de moscas y cucarachas.
Mala imagen
La ama de casa también dijo que los pedazos de ladrillo y de otros materiales de construcción que reposan en dicho lugar, desmejoran la imagen del sector, teniendo en cuenta que frente a ese improvisado botadero de desechos, se ubica un prestigioso conjunto residencial.
“Si bien es cierto en anteriores ocasiones la administración local procedió a la evacuación de las basuras, a los pocos días, el lugar se volvió a convertir en basurero”, manifestó.
Grupos delictivos
María Isabel Garzón, otra habitante del barrio Agualongo; expuso que a la alta presencia de basuras, moscas, ratas y zancudos, se suman los grupos de atracadores y de adictos a las drogas.
“En vista de que la entrada a la improvisada vía que comunica a este sector con el barrio Caicedo, está cubierta de pesados pedazos de paredes, de retazos de tejas de eternit y de sanitarios, entre otros tantos escombros, son pocas las personas de las manzanas 9,10 y 11 del barrio Agualongo, que se atreven a caminar por el sendero y quienes lo han hecho, han sido víctimas de los ladrones y consumidores de sustancias sicoactivas”, sostuvo.
Manada de ladrones
Recordó que hace unos días, una mujer que iba por dicho camino, fue abordada por una manada de ladrones. “Una vez la acorralaron y la intimidaron con cuchillos, le quitaron sus pertenencias”, exclamó, al insistir que esa no es la primera vez que los hampones y basuqueros hacen de las suyas en ese controvertido lugar.
Para acabar con ese foco de basuras que se convierte en un caldo de cultivo para futuras epidemias y terminar con el accionar de los antisociales que se reúnen en él, la madre de familia sostuvo que lo más indicado es que las autoridades municipales competentes ordenen el cierre de ese conflictivo lugar y castiguen con multas a quienes de manera irresponsable votan basuras y escombros.
“Invasión de ratas monas”
Gladis Bernal, otra habitante del barrio Agualongo; precisó que las familias de las tres manzanas afectadas por las basuras temen que los roedores ingresen a sus viviendas. “Estamos muy preocupados porque esas gigantes ratas de pelo amarillento, acarrean muchas enfermedades y en el momento en que ingresen a cualquiera de las viviendas, seguro que los niños, niñas y adultos mayores se verán seriamente afectados en su salud”, manifestó. Para combatir esa peligrosa plaga, sostuvo que en la mayoría de residencias, las familias se ‘aprovisionaron’ de gatos.
“Estamos preocupados”
El padre de familia Héctor Montezuma se mostró preocupado por esa delicada situación y para frenar ese problema sostuvo que la solución está en el cierre del predio invadido por los escombros o ubicar contendores de basura para que en su debido tiempo, sean evacuados por Emas.